Transformar a la sociedad a través de la educación integral de la niñez y la juventud

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Grabar la imagen de Cristo en el corazón de los educandos

El Padre Luis de la Torre y Baeza, convencido de que la educación es un instrumento para salvar y transformar la sociedad, en el año de 1882 construyó un Colegio anexo al templo, buscó la ayuda de personas como la Srita. Rosario Ávila Campos y la Srita. Dolores Oropeza y Neve, quienes tienen el mismo ideal y le apoyan en esta obra de educar integralmente a las niñas y jóvenes dándoles formación científica, humana y religiosa para “Grabar la imagen de Cristo en el corazón de los educandos”, así como el amor a la virgen María.

La Congregación de Hijas de Santa María de Guadalupe tiene un fundamento filosófico basado en el pensamiento expresado por su fundador el Pbro. Luis Gonzaga de la Torre y Baeza quien le legó como ideal: “Contribuir activa y permanentemente en la formación de un mundo mejor, regenerando a la sociedad por medio de la educación integral de la niñez y la juventud, empleando la pedagogía del amor.” Basada en una filosofía Cristocéntrica, Escolástica, Humanista y Mariana.

Cristocéntrica

Porque contempla a Jesús como el dechado perfecto del Maestro, como el Pedagogo de la humanidad, que con su ejemplo y enseñanzas establece los principios eternos de la educación y conducta humana.

Humanista

En el momento mismo en que el Padre de la Torre se interesa por la formación integral de la niñez y de la juventud más necesitada, especialmente de la mujer como la fibra más delicada de la sociedad, mediante una educación de calidad académica y rica en valores.

Mariana

María, madre y educadora, inspira toda la propuesta y el proceso educativo, siendo el camino que nos conduce a Jesús de Nazaret. Santa María de Guadalupe se caracteriza por su amor gratuito y desbordante hacia todos, especialmente a los más necesitados.

María de Guadalupe, manifiesta un amor que integra una respuesta amable y cercana a la situación de todos, su mensaje es suave, firme, tierno y de autoridad, en una actitud dialogante, siempre centrada en los demás, afirma los valores culturales, corrige sus diferencias y guía a superarlas positivamente. Es conciliadora, afable, cordial y de gran cercanía, colma los anhelos más profundos de sus interlocutores, dignifica, madura y planifica a las personas. María será la madre educadora en la fe, cuida de que el Evangelio penetre, dé sentido a la vida diaria y produzca frutos de santidad.

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